En los últimos años la carne ovina ha transitado un proceso de valorización muy importante de la mano de China, llevando a que el mercado para este producto muestre un dinamismo muy importante, tanto en volumen como en precio. Así lo indicó Álvaro Pereira, jefe de Acceso e Inteligencia de Mercados del Instituto Nacional de Carnes (INAC), quien explicó además las características del reciente informe presentado por el organismo sobre las oportunidades y los desafíos para Uruguay en el mercado internacional de la carne ovina. En este sentido, se destaca que dicho producto presenta un valor elevado y creciente, una alta concentración en la oferta y una demanda en aumento. En el caso de Uruguay, se señala que existe una demanda sostenida y creciente tanto en volumen como en precio, pero se advierte que existen restricciones de acceso a mercados que inhiben el total aprovechamiento de las oportunidades.
Analizando al mercado internacional de la carne ovina, Pereira sostuvo que históricamente siempre han existido tres polos importadores. Por un lado los países de América del Norte, por otro Europa con una importación de alto valor, pero muy regulada con aranceles elevados y que solo se puede ingresar a través de cuotas; y luego un polo muy importante con un consumo tradicional de carne ovina y muy relacionado con las festividades y la religión, que es el Medio Oriente y el norte de África.
Sin embargo, “el que está empujando el crecimiento de la demanda por carne ovina, es un cuarto polo importador que es China, país que llega con mucho vigor y que hoy es el principal demandante de este producto”. De hecho, Pereira explicó que dos tercios del aumento de las importaciones de la última década se explican por el país asiático. En el informe se señala que el mercado internacional de carne ovina ha crecido 63% respecto a los valores comercializados en 2010. La mayor parte de este aumento se explica por China, que representa el 65% del incremento total. Estados Unidos y Qatar fueron el segundo y tercer importador con más dinamismo en este período, representando el 15% y 7% del aumento respectivamente.
Consultado sobre si es sostenible en el tiempo este incremento en el consumo de carne ovina por parte de China, Pereira recordó que sigue siendo un producto premium, es decir, de consumo ocasional. De todas formas sostuvo que en la medida que la población china se siga enriqueciendo y que haya cada vez más una clase media alta, la importación continuará siendo elevada.
Pereira destacó los hábitos en el consumo de la población, señalando que en esta zona del mundo estamos muy acostumbrados a comer carne de rumiantes; “esa no es la norma en el resto del mundo y somos conscientes de que en otros países es una rareza”.
Al analizar la comercialización de carne ovina, el jefe de Acceso e Inteligencia de Mercados de INAC señaló que, si bien ésta representa el 3% del volumen de proteína animal comercializada, esta cifra equivale a un 6% cuando lo miramos en dólares. Por lo tanto, “estamos hablando de un volumen de toneladas que tienen un precio relativamente más elevado que las otras toneladas comercializadas”. El informe de INAC agrega que, en los últimos cinco años, la carne ovina se ha comercializado a un precio promedio de 5.800 US$/ton aproximadamente. En términos reales, esto es cuatro veces superior al de la carne aviar y dos veces superior al de la carne porcina. Para el caso de la carne bovina, la brecha es de 20% a favor del ovino. Agrega que desde 1990, la carne ovina se ha encarecido a un ritmo anual promedio de 3% respecto a la carne aviar, porcina y bovina.
El mercado mundial de la carne ovina es muy particular señaló Pereira, ya que básicamente es un duopolio abastecido por Australia y Nueva Zelanda que entre ambos ofrecen el 90% de la carne, mientras que Uruguay aporta el 1% de la carne ovina que se comercializa en el mundo. Por el lado de la demanda, se observa una mayor diversificación. En 2020, China fue el importador más relevante en valor, con 28% del valor total importado. Otros importadores relevantes son Estados Unidos, la Unión Europea y Medio Oriente, destaca el informe.
En todo este contexto, Pereira sostuvo que existe una demanda creciente y sostenida por carne ovina uruguaya, lo que significan oportunidades para el país. Sin embargo, “se identifican una serie de restricciones que provocan que no podamos aprovechar mejor estas oportunidades. El acceso a mercados de Uruguay es imperfecto. Cuando hablamos de acceso a mercados vemos dos elementos; por un lado, los temas arancelarios y por otro los sanitarios. Es fundamental que trabajemos ambos a la vez y que tengamos ambos resueltos, porque si falta uno, el comercio no se concreta”, resaltó.
Al analizar el comportamiento de los mercados en los que opera Uruguay, Pereira señaló que en cada uno existe un problema particular, pero en general se pueden resumir dos familias de problemas. “En algunos países, pagamos aranceles de 15%. Eso es relativamente alto considerando que Nueva Zelanda paga 0 o que Australia paga 3% y va a pagar 0. Hay un conjunto de millones de dólares que están quedando en la aduana china y hay un conjunto de operaciones comerciales que no se realizan por este arancel que inhibe el comercio en este sentido”. En Reino Unido y en Europa también hay aranceles elevados, pero existen cuotas donde el arancel es menor y se puede operar.
Por otro lado, Pereira sostuvo que hay un conjunto de restricciones que son de tipo sanitario y es que no podemos exportar productos con hueso a un conjunto de países. Estos países son los que integran la Unión Europea, gran importador y de valor, Reunió Unido, Canadá y EEUU con la salvedad de que provenga del compartimento ovino. Pero la mayoría de la carne uruguaya no puede acceder a EEUU, puntualizó.
Por último Pereira estimó que este año posiblemente se concrete una de las mayores exportaciones de carne ovina de los últimos años. Cerrado mayo, se llevan exportadas 10.000 toneladas de carne ovina por 51 millones de US$, lo que significa una vez y media más que igual periodo del año pasado. Si se compara con 2019, en ese año se exportaron 70 millones de US$, mientras que en 2020 las ventas al exterior alcanzaron los 76 millones de US$.
Nuevamente China fue el principal destino de la carne ovina uruguaya con el 63% de las exportaciones, seguida de Brasil con el 24%. Pereira recordó que la alta participación de China en la canasta de destinos de exportación de carne ovina uruguaya es un fenómeno relativamente reciente. “El gigante asiático desplazó la posición de Brasil como destino dominante en 2019, luego de que este último hubiese permanecido ocho años como principal mercado de exportación. Esta tendencia se afirma en los primeros cinco meses de 2021 ya que en este período, representó el 85% de las exportaciones de carne ovina uruguaya en valor”.
En cuanto a los productos, se percibe una clara tendencia a la concentración de las exportaciones en carcasas, canales y medias canales en detrimento de cortes definidos. Este patrón está directamente relacionado con el aumento de la participación de China en la canasta de destinos de exportación uruguaya.