CAMBIOS EN SISTEMAS PRODUCTIVOS

Por:

En momentos en los cuales la relación flaco-gordo se muestra favorable hacia las categorías de ganados terminados, el asesor ganadero Bernardo Mendiola señaló que el escenario se presenta de manera muy diferente al que se venía observando por diversos motivos. Entre ellos destacó la menor receptividad de los campos a las cargas por las consecuencias del verano seco, lo que provocó que el productor tuviera menos comida para afrontar las compras de reposición. A su vez destacó la menor cantidad de área de pasturas sembradas. El ganado gordo, en tanto, está muy firme, con una industria pujante respondiendo a un mercado internacional que se está recuperando mientras que el corral, a pesar de cambios en sus relaciones de precios por los altos costos de los granos, se sigue mostrando como un negocio interesante.
Las relaciones de precios en el mercado ganadero han cambiado con respecto a otros años, destacó el asesor Bernardo Mendiola quien señaló que, mientras el año pasado la relación flaco-gordo se situaba en 1,20 a 1,25, hoy ronda entre 1,03 y 1,05. “Vemos una tendencia bastante marcada a favor de las categorías prontas con relación a la reposición”. Y eso consideró que es un primer indicador de un escenario diferente del que el sector venía acostumbrado.
Mendiola aseguró que existen varios factores que están incidiendo en esta nueva realidad. Por un lado, el valor de la reposición está algo por debajo de lo que debería estar con respecto a los valores del ganado gordo. “Entiendo que hay una menor receptividad de los campos, es decir, que los campos están soportando una menor capacidad de carga. Estamos atravesando un invierno complicado luego de un verano seco, lo que afecta a los campos naturales que no tuvieron la capacidad de producir pasto en el momento de hacerlo”. A su vez las pasturas artificiales también se vieron afectadas, recordó, lo que está provocando que el productor tenga menos comida disponible para afrontar las compras de reposición. Asimismo, Mendiola estimó que hay una menor área de pasturas sembradas respecto a otros años. “Es una percepción, pero noto nuevamente un avance de la agricultura, producto de valores más tentadores y de un negocio que se presenta más interesante”. Esto provoca que haya menos disponibilidad de áreas de pasturas implantadas que son las que tienden a demandar categorías de reposición. Por lo tanto, ello genera una demanda más baja con respecto a otros años, lo que se refleja en los precios.
De todas formas sostuvo que esta tendencia solo la observa, por ahora, en las zonas agrícolas. “Vemos menos área de puentes verdes. A su vez, en las áreas agrícolas, se observa un menor componente de áreas de pastoreo dentro de los esquemas de producción”. Mendiola entiende que los sistemas combinados se están volcando más a la agricultura. En las zonas ganaderas, esta tendencia aún no se observa. Lo que sí se ve, sostuvo Mendiola, son valores de renta cada vez más atractivos. A su vez, señaló que aquellos productores que fueron castigados en verano en cuanto a la calidad de sus pasturas y tuvieron que recomponer su área forrajera, tienen una buena oportunidad de volcar esa área a un arrendamiento corto para poder restablecer el área de pasto.
Otra característica de este momento del mercado es la poca disponibilidad de ganado gordo. “Hubo pocas posibilidades de engordar ganado a pasto producto de un verano seco y de condiciones más complicadas de lo normal, mientras que se observa una demanda por parte de la industria que está muy firme”. Mendiola destacó que, de a poco, en el mundo se están restableciendo las condiciones post pandemia. “La gente está comenzando a moverse y a consumir de vuelta, por lo que da la impresión de que la demanda está firme, con buenos precios y que lo que está faltando es ganado pronto”. La combinación de todos estos factores es lo que está llevando a que la relación flaco-gordo esté siendo favorable a las categorías de ganado terminado, puntualizó.
En cuanto a la cría, Mendiola sostuvo el número es más complicado, mientras que para el corral, si bien ha habido cambios por el aumento de los costos, todavía el negocio es interesante. El asesor recordó que los valores de los granos están en niveles muy elevados, encareciendo de forma significativa la dieta, limitando mucho algunas posibilidades que antes tenían los productores.
Tomando al maíz como referencia, Mendiola recordó que, en zafra, se llegó a pagar en el eje de los 200 US$/ton mientras que hoy el valor disponible en planta ronda los 260 US$/ton, lo que implica un 20% de aumento en uno de los principales componentes de la dieta a corral. Si comparamos con respecto al año pasado, la suba ronda también entre 15% y 20%, por lo cual, para los corrales, “el costo de alimentación es una variable que viene subiendo de manera sostenida y demasiado rápida”. Como contrapartida a esta realidad reconoció que el precio del ganado gordo está acompañando esta suba y la reposición está en valores moderados. Por eso, los ganados que hoy están encerrados, los cuales se venderán entre agosto y setiembre, tienen pronósticos de resultados muy buenos. “Hay que ver cómo evoluciona el mercado porque el escenario de costos es al alza”.
De todas formas sostuvo que hay demanda e interés por ganados producidos a corral. “Yo creo que la escasez de ganados gordos de pasturas hace que los corrales se vuelvan a ver incentivados a encerrar en el próximo período. Todo dependerá de la situación de cada productor y de cómo tiene tasado sus stocks de alimentos para ver si le conviene volver a encerrar. Pero pienso que se va a seguir encerrando sin problemas”.